En la
mitología griega Níobe era una hija de
Tántalo y esposa de Anfión, rey de
Tebas. El nombre de su madre varía dependiendo de los autores, pudiendo ser Taigete, Díone, Eurianasa, Euritemista, Clitia o Laodice.
Con Anfión tuvo gran número de hijos, que varían según los autores, y de los que estaban orgullosos sobremanera. Níobe se vanagloriaba de su prole, burlándose de
Leto porque ésta sólo había tenído dos hijos(
Apolo y
Artemisa). Estas burlas llegaron hasta tal punto que se opuso a que se le tributaran honores a Leto, diciendo que ella era más digna de que se le levantasen altares. En venganza, Apolo mató a todos sus hijos varones y Artemisa hizo lo propio con las mujeres, a excepción de Anfión o Amiclas (que había ofrecido una plegaria propiciatoria a Leto) y de
Melibea, que al presenciar la muerte de sus hermanos adquirió tal palidez que fue llamada
Cloris a partir de entonces.